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¿Solido, liquido o gaseoso?

Carlos Marín Ruiz

Carlos Marín Ruiz

“Dime en qué estado te encuentras y te diré en el que está tu empresa”

Los estados de la materia  determinan de alguna manera la capacidad de adaptación al entorno en el que se encuentra o al medio que se quiere usar; así un estado sólido representa una mayor rigidez de la materia en ese estado, existiendo, claro está, distintos grados de rigidez.

El estado líquido tiene una mayor adaptabilidad al continente sobre el que se quiere usar; pero necesita ese envase, si no, no adquirirá la forma deseada. Y el estado gaseoso es el que menos condiciones exige para adaptarse.

Este artículo no pretende hablar de física y química, sino de trasladar los estados de la materia a los distintos estados en los que se encuentran las personas en relación con su grado de desarrollo y crecimiento personal y, por ende, las empresas de las que forman parte.

Teniendo en cuenta todo esto, nos podemos encontrar con:

Personas en estado sólido.
Personas cerradas en su relación con los demás; herméticas en cuanto a compartir emociones,  escasa flexibilidad y capacidad de adaptación (los sólidos se mantienen en el sitio en que fueron puestos); escasa empatía, egocéntricas, reactivas, muy racionales, con poca capacidad de aprendizaje; ancladas en zona de confort. Es un estado que no les permite crecer y expandirse.

Personas en estado líquido.
Son personas flexibles, con bastante capacidad de adaptación a diferentes entornos y circunstancias; tienen empatía, han incorporado la inteligencia emocional y están en un estadio de desarrollo en el que imperan todavía los criterios racionales pero con conciencia emocional; siguen siendo reactivos, se adaptan a los cambios pero no provocan los cambios (el líquido se adapta al envase que le proporciones). Se encuentran en zona de aprendizaje, preparándose para crecer.

Personas en estado gaseoso.
Su crecimiento personal está en grado muy elevado. Sus decisiones no son sólo racionales; lo emocional está en equilibrio con lo racional, empáticos y asertivos, imaginativos, proactivos, anticipan y provocan los cambios (el gas busca su propia forma). Han desarrollado nuevas herramientas personales para afrontar las circunstancias de manera diferente; tienen más alternativas; sus metas no son materiales. Han salido de la zona de aprendizaje y se encuentran en la zona de los retos, desarrollando sus proyectos. Es un estado que les permite expandirse y seguir creciendo.

Vistos los distintos estados de las personas y teniendo en cuenta que las empresas están formadas por personas, podemos decir que existe una relación directa entre el estado de las empresas y el estado de sus líderes; así podemos encontrarnos con:

Empresas en estado sólido

Sus estructuras son rígidas. El estilo de liderazgo es autoritario; organización jerárquica vertical,  de arriba abajo; existen departamentos estancos; la comunicación no fluye o es prácticamente inexistente; las relaciones con los clientes son de fuera hacia adentro, es decir desde el QUÉ  HACEN, desde su producto final, sin transmitir  CÓMO lo hacen ni POR QUÉ lo hacen; es una comunicación muy racional. Focalizadas en los resultados con poca orientación al desarrollo de personas y a la gestión del talento. Ancladas en experiencias pasadas.

La cultura corporativa representada por valores, si existe, es sólo en el papel; no está trasladada a la organización; los organigramas son meros gráficos que no representan el verdadero funcionamiento. Son empresas con escasas capacidad de adaptación a los cambios.

Su solución es evolucionar hasta el siguiente estado. Para ello necesitan un detonante, por ejemplo: un relevo generacional; un observador externo con peso dentro de los órganos de decisión que haga ver la necesidad del cambio o bien, lamentablemente, en muchas ocasiones, son las situaciones críticas las  que abocan a ese cambio; pero esto tiene el peligro de que sea demasiado tarde y  los cubitos de hielo de su estado sólido terminen cayendo al mar del mercado perdiendo todo su valor y desapareciendo.

Empresas en estado líquido

Sus estructuras son ligeras pero todavía poco ágiles en su adaptación a los cambios, son reactivas a ellos; predomina una organización más horizontal y menos jerárquica; el estilo de liderazgo es participativo dotando de cierto grado de autonomía a los equipos y mandos intermedios; cultura corporativa formada y comunicada a toda la organización, pero todavía sin concienciación práctica; se comunican con el cliente transmitiendo el CÓMO hacen las cosas , lejos del QUÉ hacen pero sin llegar al POR QUÉ lo hacen. Es todavía una comunicación racional con el cliente. El organigrama refleja el funcionamiento de la organización, la comunicación fluye pero todavía jerárquicamente.

Su solución es evolucionar hasta el siguiente estadio. Para ello estas organizaciones están en continuo aprendizaje, analizando el mercado y la competencia y aprendiendo de los mejores que es el lugar que quieren ocupar.

Empresas en estado gaseoso

Tiene estructuras ligeras, flexibles y muy ágiles en su adaptación a los cambios; de hecho provocan los cambios. Predomina una estructura en red, donde la comunicación fluye en todas las direcciones e impera la Redarquía (el poder está en la red) frente a la Jerarquía, la talentocracia frente a la meritocracia. Su estilo de liderazgo es totalmente participativo, persiguiendo el máximo potencial y desarrollo de equipos y personas en base al talento, la creatividad, la motivación y la realización personal y profesional.

Se comunican con el cliente a través del POR QUÉ hacen lo que hacen, lejos de QUÉ y del CÓMO,  llegando a conectar con el “feeling” del cliente, lo que permite una comunicación emocional.

Internamente, sus valores y cultura corporativa son claros y comunicados a la organización haciendo efectiva su puesta en práctica en todos los procesos.

Así como los estados evolutivos en las personas son difícilmente reversibles, sólo en situaciones muy extraordinarias, en las organizaciones estos estados pueden cambiar y pasar del gaseoso al líquido y de este al sólido; ello dependerá de las personas al frente, ya que si estas cambian, las empresas también cambiarán.

¿Y tú en qué estado te encuentras? ¿Y tu empresa?

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