En cada rincón puede haber un brote de genialidad.
No hay que dejar pasar el tiempo para apreciar la verdadera esencia de las compositoras de hoy.
Llego pronto y entro. Fila 3, asiento 5. Huele a emoción. Oigo mi respiración que se interrumpe con los latidos irregulares del corazón, como si fuera un metrónomo a punto de enmudecer. Cierro los ojos e intento retener en la memoria la sensación que me invade. Reconozco como nunca todos mis sentidos; me están gritando con la energía que requiere el despertar de un gran letargo y la consciencia de uno mismo. El maravilloso silencio me invade. Es una gran obra maestra, el silencio. Interminables calderones al final, siempre escritos para no romper la magia entre el arte y la vida.
Una luz tenue refleja algo en el escenario que no reconozco. Imagino un lugar lejano, carente de movimiento, estático pero vibrante, que contagia su temblor y lo convierte en ondas suaves que acarician e hidratan los recuerdos. Pensamientos delicados en los que la manera de sentir se relaciona con los hechos. Vivir con la intensidad que genera el cuerpo, hace crecer la necesidad de construir un lenguaje personal que pueda mantener en vilo todas las situaciones creativas e inusuales. Formatos diferentes de expresión que fruncen la evolución, parándose de vez en cuando para apreciar la verdad de lo que se hace.
Pasan los minutos, y con la respiración serena espero algún acontecimiento que me separe de la incertidumbre. Saco del bolso mi cuaderno de pentagramas. Aprovecho el despertar de mi letargo para plasmar con alegría el recorrido realizado, y con mucho cuidado escribo silencios de todo tipo, acompañados de hermosos glissandos que suenan al rozar con los dedos las cuerdas del arpa del piano. Melodías agudas aterciopeladas que contrastan con la profundidad de los graves, que con su manto dejan un sendero de fortaleza necesario para compensar la intensidad de la comunicación. Lenguaje a juego con el que escucha y simetrías que se encuentran para compartir lo mismo desde otro lugar. Textos que reconfortan y reflejan un mundo diferente con la validez de nuevas conclusiones, sin fin, sin ataduras, y acompañados siempre de la libertad que ofrecen los poros de la piel.
Me sumerjo nuevamente en mis pensamientos y comprendo que muchas mujeres han llegado al mundo de la creatividad de maneras muy diferentes, esa es la verdadera riqueza del ser humano. En cada rincón puede haber un brote de genialidad. Apreciar este mundo supone tener la mente abierta para que quepa en ella el desarrollo de cualquier idea que nos haga sentir, sin palabrerías o comentarios superfluos, que solo conseguirán disminuir el valor inmediato y nos obligará a dejar que pase el tiempo para apreciar la verdadera esencia. Distintas formas de expresión a través de los sonidos hacen que cada compositor sea único. La combinación de los diversos recursos nos aboca a una enorme variedad en la que lo importante es que no se pongan limitaciones para poder crecer.
Ante la cercanía en el tiempo de las tremendas irregularidades que se cometieron solo por cuestiones de género, está bien hacer un pequeño homenaje a las mujeres de hoy, con algunos nombres que pueden servir de representación a la enorme producción e ingenio innovador del momento. Breves trazos para complementar las ediciones de futuras cronologías, sin caer en el error de las ausencias del pasado…
Betsy Jolas (n. 1926)
La lejanía del foco hace regenerar el valor de la independencia con la valiosa evolución del punto de vista personal. Necesidad total de llenar el tiempo con la creatividad, a veces sin control, y sin saber dónde empieza el interés. Desierto que se va llenando de recursos emocionantes.
Thea Musgrave (n. 1928)
La riqueza del lenguaje musical, poderoso idioma, fuerza conmovedora. Situaciones dramáticas que se proyectan con claridad a través de medios innovadores. Atmósfera y ritmos emotivos. Diálogos abstractos. Libretos que enriquecen el valor de la comunicación en óperas que sobrecogen.
Sofía Gubaidulina (n. 1931)
«No hay ocupación más importante que la recomposición de la integridad espiritual a través de la composición musical»
Profundidad religiosa, minimalismo sacro, muerte y resurrección. Instrumentos inusuales y afinaciones alternas que iluminan con la luz al final.
Marta Ptaszynska (n. 1943)
La percusión como camino creativo hacia la música contemporánea. Mensajes que se premian por el descubrimiento de nuevas vías de expresión. El anhelo de compartir y mostrar con sabiduría las ilusiones. Hilos de plata para despertar.
Barbara Benary (n. 1946)
Estilos diversos, integración de formas y estructuras con materiales tradicionales. La combinación de teatro, danza, títeres, oratorio, metalófonos, xilófonos, membráfonos, gongs, invita a la invención de nuevos instrumentos. Gamelán en Indonesia. Óperas de sombra. Creatividad que sorprende.
Nicola Lefanu (n. 1947)
Lugares de la infancia, paisajes naturales, momentos de inspiración para el disfrute de la creatividad y la docencia. Composiciones para jóvenes, óperas, ballet, cámara, orquesta, voz. Gusto por la comunicación a través de los sonidos, educando desde los inicios. Ópera infantil.
Isabel Urueña (1951-2018)
Diferentes disciplinas que forman un todo. La capacidad impulsada por la ilusión desarrolla diversas maneras de expresar. Creatividad que nace desde la libertad, y alimenta los lugares desconocidos del ser. Enseñando los modos de decir a un extraño, distancias, conciertos infantiles, influencia del flamenco, poesía… La riqueza del lenguaje desde todos los prismas. Valor incalculable.
Maia Ciobanu (n. 1952)
La visión diferente convierte los hilos invisibles en enlaces alternativos contemporáneos. Teatro, cine, y medios de comunicación que debaten sobre la relación entre sonido y movimiento. Visión diferente, sintetizadores, cintas… La tierra para vivir. La tierra debe vivir.
Marisa Manchado (n. 1956)
«Componer es salir a la caza del silencio».
La unión entre la creación musical y la psicoterapia amplía la visión tradicional, en favor de una gran inventiva que se manifiesta de muchas maneras. Composición asistida por ordenador y electroacústica. Escenas de vida cotidiana. El cristal de Agua Fría. Música y mujeres. Género y Poder. Música y movimiento. Notas para la paz.
Consuelo Diez (n. 1958)
Arte, música electrónica e informática para humedecer los rumores del puerto, donde ligeramente se curva la luz. Verde y negro, porque el infierno azul está prohibido. Se ha parado el aire y la libertad real de la niña valiente prueba el cristal con voz y sabor. El preludio en el jardín y el canto de los adolescentes propagan las últimas tendencias, como la geometría del agua de la luna.
Mercedes Zavala (n. 1963)
La difusión de la música de compositoras históricas, impregna de claridad las ideas necesarias para crear nuevas expresiones. Música teatral y rítmica africana con tendencia a la miniatura rehuyendo lo sobrecargado y buscando la transparencia. Pequeñas formaciones se inspiran en temas literarios y orientales. Calma.
Gabriela Ortiz (n. 1964)
Creatividad con influencias de la música folclórica mexicana y latinoamé…
De repente, cuando un intenso foco ilumina mi butaca, me doy cuenta de que el auditorio está lleno, todo el mundo me mira, y de pie aplaude invitándome a salir a saludar. Con una enorme lentitud necesaria para asimilar la situación, me levanto y poco a poco voy caminando hacia el escenario. Ahora sí reconozco el piano que está en el centro y que a gritos me reclama haciendo resonar sus cuerdas con todos los apagadores liberados.
Y ahí estoy, emocionada y sorprendida. Solo puedo agradecer el momento vivido, sentir y callar.