
El futuro es para quienes piensan diferente y hacen de ello una táctica para el éxito.
Serenidad, paciencia, tiempo oportuno, coherencia y confianza; deben definir a un directivo.
Javier Fernández Aguado es uno de los mayores expertos contemporáneos en gobierno de personas y organizaciones. Es presidente de Midvalue, director de la Cátedra de Management Fundación “La Caixa” en IE University, director de investigación de EUCIM, Premio Peter Drucker a la Innovación en Management (Estados Unidos 2008) y Premio Mejor Asesor de Alta Dirección y Conferenciante (España 2014). Otros libros de autor son Jesuitas, liderar talento libre y ¡Camaradas¡ de Lenin a hoy.
Marcos Urarte, Presidente del grupo Pharos, en el prólogo del libro, indica que “los hombres y mujeres de empresa que quieran diferenciarse deberán transformarse en verdaderos pioneros; deberán arriesgarse en condiciones de imperfección.” “El futuro es para quienes piensan diferente y hacen de ello una táctica para el éxito”.
La consigna que hay que tener presente es que no hay consignas, para poder dar soluciones en un mundo imperfecto. Lo mejor siempre está por llegar si caminamos por el sendero adecuado.
En Liderar en un mundo imperfecto se ofrecen indicaciones para descubrir el camino hacia la construcción de departamentos de desarrollo de personas, dirigidos por personas que tengan presente que el fin de las organizaciones es más amplio que la consecución de rendimientos económicos. Hay que evitar líderes que se enreden en los medios olvidando los fines. Importa mucho cómo sean y hacia dónde se dirijan quienes gobiernan.
En el libro se hace un estudio amplio de los hábitos fundamentales de un directivo como: serenidad, paciencia, tiempo oportuno, coherencia y confianza.
“El adiestramiento genera efectos a corto plazo, mientras que la formación de personas asegura frutos en el medio y el largo plazo”. Nos indica que liderar consiste en lograr que la gente quiera hacer lo que tiene que hacer.
La formación deber ser una de nuestras compañeras de viaje de toda la vida, contando entre sus objetivos que mejoremos como persona y en el ámbito profesional.
En el capítulo de Gestión de lo Imperfecto, los directivos tienen que esforzarse para estar dentro de la realidad de cada momento, dentro de una realidad cambiante.
En otras partes del libro, se desarrollan conceptos básicos de la acción directiva, destacando; prudencia, justicia, moderación y fortaleza.
En la exposición encontramos una relación clara de las características básicas para ser líderes, con ejemplos prácticos y soluciones a cualquier necesidad, dentro del mundo imperfecto e innovador donde nos entramos.