
Hace un año que Álex Grijelmo y yo tuvimos la idea de este libro. Pensábamos, como seguimos pensando, que los hispanohablantes, y muy especialmente los españoles, no somos demasiado conscientes de la dimensión planetaria y de la importancia comunicativa de nuestra lengua mayor.
En la península, no hay más que ver las reticencias de los separatistas catalanes, que hacen lo posible por eliminarla de su realidad cotidiana, por ejemplo, y en otros lugares hay quien se llena la boca con viejos dialectos mostrando una curiosa reticencia hacia el idioma más común.
Claro que todas nuestras demás lenguas –catalán, vasco, gallego, dialectos…- son hermosas y llevan consigo un importante patrimonio cultural que nos pertenece a todos, pero no deja de ser por lo menos poco inteligente –el sectarismo suele llevar consigo la ciega necedad- intentar borrar del uso cotidiano una herencia que, construida con elementos de todas nuestras lenguas, forma parte sustantiva de la historia de todos los españoles y los hispanoamericanos, por lo menos…Y debo señalar que, cuando proyectamos el libro lo titulábamos Mas de 500 millones…y tuvimos que cambiar el título a la vista de la evolución de los datos reales.
Pretendíamos, pues, que el libro, además de su naturaleza informativa -dar a conocer ese hecho desconocido para demasiados españoles- fuese una muestra de la potencia, la riqueza, la dimensión y la diversidad de esta lengua, desde una perspectiva divulgativa, como digo, pero sin renunciar a la solidez científica. Buscamos pues especialistas de calidad en diversos campos, tanto españoles como hispanoamericanos, y les propusimos la realización de los 17 ensayos que lo componen.
El breve prólogo, del que yo mismo soy autor, se titula La aventura del español, y en él digo “porque considero que la historia de esta lengua, a lo largo de tantos avatares y mudanzas en el tiempo y en el espacio, tiene mucho de notable aventura, ya desde sus lejanos orígenes latinos…” y que “ …esta obra tiene sustancia de aventura, y sus voces no son unánimes, como corresponde a las buenas novelas”.
Para hacerse una idea de su contenido, no hay más que echarle un vistazo al índice. Abre el libro un ensayo de Inés Fernández Ordóñez titulado Ocho siglos de historia, en el que se nos expone con rigor la evolución del castellano desde su “nacimiento”, su conformación en la escritura, su estandarización, su codificación y su institucionalización como español. En La lengua por derecho, Santiago Muñoz Machado nos habla de los diversos elementos que llevó consigo la expansión del español en América, desde la primera evangelización religiosa, que no se hizo en castellano, hasta la conciencia de la necesidad de una lengua común tras la independencia, y la influencia del derecho en la consolidación del castellano. En El idioma español crece y se multiplica, David Fernández Vítores analiza las cifras del español, desde el ámbito de los “hispanohablantes nativos” hasta los demás ámbitos, con las previsiones para el futuro. En América y la ortografía académica. Ortografía española: reforma, cisma y panhispanismo, Salvador Gutiérrez Ordóñez expone la evolución de la lengua en sus ajustes ortográficos, las ventajas y dificultades de las reformas y los criterios que determinan la norma ortográfica, sin olvidar ciertos “cismas” que suscitó la independencia de las antiguas colonias. Jesús Sánchez Lobato, en La lengua española en busca del sobresaliente, y tras analizar lo que lengua y cultura suponen en una sociedad, habla del español como lengua de comunicación supranacional, multiétnica y multicultural, de su presencia en el siglo XXI y de las “gramáticas” del español.
El español da dinero. Sobre la economía del español, se titula el ensayo de José Luis García Delgado que, al aproximarse a tal economía, habla de un prometedor comienzo de siglo, de ciertos desafíos ganados y hace un fino ejercicio de cuantificación de la naturaleza de la lengua como bien económico, sin olvidar ciertos retos pendientes que tienen que ver mucho con la política. Ideas para una teoría del panhispanismo lingüístico, titula el venezolano Francisco Javier Pérez su ensayo, que presenta el concepto de lo “panhispánico” a través de un panorama histórico en el que se analizan diversas aportaciones de estudiosos e intelectuales, antes de tratar de su filosofía –con aproximaciones a lo ideológico, lo teórico, lo científico y lo administrativo- y analizar la divulgación y la lexicografía del concepto. El argentino Pedro Luis Barcia, en Los americanismos conquistan el diccionario, estudia los “pasos de avance” en el camino y los componentes para la integración del léxico americano, desde las palabras amerindias e indígenas y las voces autóctonas, hasta las palabras africanas y españolas que se fueron integrando en Hispanoamérica, y los americanismos que hoy van accediendo al Diccionario de la Lengua Española. En su ensayo El español sin traductores para más de 500 millones, el mexicano Raúl Ávila analiza diversos españolismos y mexicanismos, así como cierto léxico peculiar de Caracas, Bogotá, Lima, Santiago de Chile, Buenos Aires, La Habana, Ciudad de México… defendiendo, dentro de las naturales peculiaridades, la unidad de la lengua.
La lírica alimenta el idioma, de Rosa Navarro Durán, propone la lírica como enriquecedora del lenguaje con referencias a escritores de ambos lados del océano –Garcilaso, Góngora, Sor Juana Inés de la Cruz, García Lorca, Antonio Machado, Roa Bastos, Octavio Paz…-desde la llegada de Colón al Nuevo Mundo. Francisco Moreno Hernández estudia Los otros mundos del español, deteniéndose especialmente en Guinea Ecuatorial, el Magreb, la diáspora judía, los Estados Unidos y Filipinas, y señalando peculiaridades lingüísticas que convierten el español “en una lengua con muchas voces, en las que, con un grado mayor o menor de comprensión, resulta posible reconocer un aire de familia”. En Cervantes no se queda manco, César Antonio Molina analiza, a partir de la negativa que recibió Cervantes para conseguir un empleo en el Nuevo Mundo, la progresiva integración lingüística de tantos países, y de la lengua española como “nuestra gran empresa colectiva, eje fundamental de una cultura rica y plural”. El ensayo lleva como apéndice los datos de centros, profesorado y alumnado del Instituto Cervantes en el mundo, en el año 2018.
Por su parte, Eulalia Lledó Cunill en La razón de las mujeres, analiza críticamente y desde una perspectiva feminista muy estricta, la relación del Diccionario de la Lengua Española con ciertos lemas, dentro del momento, fuertemente polémico en el asunto, que estamos viviendo. Jesús Castañón Rodríguez, en De carrileros y piscinazos, se aproxima al lenguaje del deporte y al estudio de ciertos neologismos, desde la visión institucional y la mirada de los medios de comunicación, señalando los tipos de neologismos –formales, préstamos, semánticos…- hasta llegar a la lengua coloquial, para afirmar el deporte como infinito ámbito lingüístico. A Pilar García Mouton le ha correspondido, en el ensayo Las palabras se cultivan en el campo, analizar el amplísimo espacio de lo rural, de las palabras trasvasadas a América –entre otras, muchos arabismos- que allí han sobrevivido o que, partiendo del contexto rural, han ido llegando a otros ámbitos. En Compre nuestro idioma. La invasión del inglés en la publicidad y en la comunicación ordinaria, Fernando Herrero analiza la presencia y fuerza del inglés en las estructuras publicitarias y en sus tendencias expresivas, y entre sus conclusiones señala: …“nos pagan para ayudar a vender…Hagámoslo en el idioma que nosotros mismos utilizamos cuando pretendemos enamorar”.
Cierra el libro el ensayo La Academia también aprende, del otro coordinador del libro, Álex Grijelmo, en el que se analiza una serie de tópicos, tales como “no debería existir la Real Academia”, “la Academia es hispano-centrista”, “la Academia es conservadora”, “la Academia es muy lenta”, “la Academia es machista” o “la Academia ejerce el ordeno y mando…
Con este libro, Álex Grijelmo y yo hemos pretendido poner a disposición de los hispanohablantes un conjunto de reflexiones sobre la realidad, el sentido, el valor y el destino de esta lengua. Ustedes juzgarán.