Está claro que Pantone es más que una empresa.
Pantone no es el único estándar de colores; pero, a día de hoy, es absolutamente universal y representa el lenguaje del color por excelencia.
Supone un sistema universal de identificación, comunicación y comparación del color que nos permite alcanzar la exactitud colorimétrica en cualquier parte del mundo, un punto además vital para la identidad de las marcas: Coca-Cola tiene su rojo y Starbucks su verde, y son el mismo en Londres, Madrid y Nueva York.
Hay quien considera al artista holandés A. Boogert el precursor de Pantone. En 1692 escribió un glosario del color a partir de combinaciones de acuarela “Traité des couleurs servant à la peinture à l’eau”, completando más de 700 páginas escritas y pintadas a mano sobre los distintos colores, las posibilidades que ofrecen sus mezclas y las variantes que surgen agregando diferentes partes de agua. Una auténtica obra de arte que la verdad recuerda bastante a la versión contemporánea de Pantone.
En 1956 Pantone imprimía guías de color para cosméticos usando 60 pigmentos, pero los colores no estaban estandarizados y los impresores tenían que andar adivinando cómo emparejarlos. Los colores comenzaron a regularse en 1962, cuando Lawrence Herbert, un químico que trabajaba para Pantone, se convirtió en el dueño y dio forma al desafío, creando el primer sistema de identificación en sólo un año y a partir de 10 pigmentos.
A día de hoy, Pantone es absolutamente universal y representa el lenguaje del color por excelencia. Puedes hacer un diseño en Barcelona y fabricarlo en China con la tranquilidad de que no tendrá lugar a error, ya que los colores se presentan junto a un número y una formulación en tinta reconocible en todo el mundo. Actualmente la marca es muy potente y, además, está de moda. Se pueden encontrar infinidad de productos pantonizados, toallas, ropa de cama, tazas, bolsos, mobiliario…
Cabe decir que Pantone no es el único estándar de colores. En un principio, cada sistema de color está orientado a un mercado específico: Pantone al diseño gráfico, Ral al mundo la industria, NCS al de la decoración… Pero el gigante Pantone sigue creciendo y se ha ramificado para llegar a todos los campos. Entre las cartas que ofrece destaca el libro “Fashion, Home+Interiors Color Guide”, pensado para la industria textil y de la decoración.
Es importante tener en cuenta que, si se va a emplear cualquiera de estas guías como herramienta para elegir un color, es mejor hacerlo de forma física y con luz natural, evitando, además, visualizarlo a través de la pantalla de un dispositivo, ya que se verá afectado por factores como el contraste o el brillo.
Cada año Pantone propone un color que refleje las necesidades que siente la sociedad. 2020 ha sido un año difícil, es algo innegable, y la calma que proponía el tono del año Classic Blue se ha visto un tanto alterada. Quizás por ello, en la propuesta para 2021, la empresa ha dado un giro radical eligiendo, por primera vez, un dúo de colores: Ultimate Grey e Illuminating. “Esta combinación nos evoca resiliencia y esperanza. Necesitamos sentir que todo volverá más brillante, esto es esencial para el espíritu humano”, ha afirmado Leatrice Eisdeman, directora ejecutiva de Pantone.
El efecto vibrante, alegre y positivo del amarillo Illuminating nos envuelve y llena de vivacidad, casando a la perfección con la sensación de estabilidad que nos transmite el color Ultimate Grey, asociado a elementos sólidos y confiables como la piedra o el cemento.
En decoración, la gama de grises supone el comodín neutro por excelencia, funcionando muy bien en paredes y en pavimentos, ya sea cerámico, microcemento o madera. En textiles también resulta muy versátil porque combina con casi el resto de la rueda cromática. El uso del amarillo Illuminating se puede reservar a objetos complementarios para aportar picos de vivacidad y energía, como mantas, cojines, flores, lámparas…
Dos colores independientes que se unen en la búsqueda de un sentimiento de esperanza para 2021, un combo de posibilidad y fortaleza bastante necesaria en los tiempos que corren.