Antes de entrar en materia conviene explicar algunos procesos que tienden a confundirse, tales como: Coaching, Mentoring y Consultoría.
COACHING:
Es un proceso de acompañamiento en el que el coach, no enseña al cliente, y es él mismo quien descubre sus fortalezas y capacidades mediante su propia introspección facilitada por el coach a través de preguntas poderosas que afloran su potencial, lo que permite la puesta en marcha de un plan de acción enfocado a la consecución de los objetivos marcados.
El coach acompaña al cliente para que éste encuentre la solución.
MENTORING:
Está enfocado en acortar la curva de aprendizaje del mentorizado. En este caso el mentor es una persona con conocimientos y experiencia en la materia objeto del proceso; por ejemplo un experto en finanzas, en ventas….etc… El mentorizado puede ser una persona de nueva incorporación en una empresa o bien que ha sido promocionado para un nuevo puesto en el que debe asumir nuevas competencias. El mentor, en base a su experiencia, en este caso si va recomendar, asesorar y reconducir al cliente ante las diferentes situaciones que se vaya encontrando en el desarrollo de su trabajo
El mentoring abarca tanto competencias profesionales como personales, ya que debajo del profesional siempre está la persona y ambos campos no se pueden separar.
Es muy ventajoso para el mentorizado y para la empresa, porque acorta mucho la curva de aprendizaje, evita errores, mejora el compromiso, aumenta la resiliencia y también supone una reducción sustancial de costes.
El mentor enseña al cliente a encontrar la solución.
CONSULTORÍA:
Cuando se contrata a un consultor, el encargo consiste en el desarrollo de un proyecto específico sobre una materia trascendente para la empresa pero que ésta no domina y en la que el consultor es especialista. La empresa no se puede permitir cometer errores y nadie mejor que el experto para desarrollarlo pues tiene los medios y la experiencia suficiente para hacerlo bien.
El consultor proporciona la solución al cliente.
Aclarados estos procesos, comentar que actualmente conviven en muchas empresas, tres y hasta cuatro generaciones: Baby Boomers (1956/64), Generación X (1965/80), Millennials Y Z (1981/94)(1995/2010).
Gestionar la integración del talento de esta diversidad generacional de manera que se obtenga el máximo aprovechamiento en “know how” y actitudes, constituye hoy una de las principales competencias de un buen líder y de una organización integradora y colaborativa.
La experiencia funcional y metodológica de los senior combinada con el conocimiento tecnológico de los juniors forma un tándem imparable, pero para ello la empresa debe establecer las bases de esta convivencia y fomentar este intercambio generacional de manera transparente y colaborativa para que nadie sienta amenazado su puesto de trabajo y todos participen en un trasvase de conocimientos y actitudes a través de programas y procesos de integración del talento en los que todas las partes salen reforzadas.
Cobra especial relevancia en este contexto una nueva versión del mentoring, el DUAL MENTORING que a diferencia del Reverse Mentoring que sólo considera una dirección: mentor junior y mentorizado senior, el Dual Mentoring consiste en un intercambio bidireccional de conocimientos y actitudes en el que la figura del mentor y el mentorizado se van alternando dependiendo de la materia o actividad objeto de la mentoría y de las herramientas que se requieran para su desempeño. Me explico:
Tradicionalmente la relación entre maestro y aprendiz ha sido unidireccional, el maestro enseñaba al aprendiz sobre una actividad concreta cuya metodología iba teniendo una evolución paulatina que era absorbida por el maestro; pero los cambios trepidantes que estamos experimentando en materia tecnológica están haciendo que hoy todas las actividades empresariales precisen de instrumentos y herramientas digitales en vertiginosa evolución cuyo dominio sobrepasa al maestro, siendo aportado éste por el aprendiz.
Por lo tanto el Dual Mentoring está servido:
Función o actividad tradicional (mentor senior >mentorizado junior) que necesita de las últimas tecnologías (mentor junior >mentorizado senior) para poder llevarla a cabo de manera eficiente y competitiva.
Siendo relevante el aprendizaje de conocimientos, lo es más aún el correspondiente a las actitudes, la empatía emocional que se genera en el Dual Mentoring permite conocer las motivaciones, valores y principios, que sustentan las decisiones de cada generación, favoreciendo con ello el flujo de información, creando un clima colaborativo que resulta clave para el desarrollo y consecución de los objetivos de la empresa.
Muchas son las ventajas del Dual Mentoring, entre las que podemos destacar:
- El senior mejora su desempeño a través de nuevas herramientas que van a favorecer su capacidad de innovar y seguir desarrollando y evolucionando en su puesto, recibe energía renovada y consigue autoconfianza.
- El junior tiene la oportunidad de demostrar sus habilidades generando así autoconfianza y seguridad en sí mismo porque siente que aporta desde el primer momento.
- Para la empresa, el proceso de Dual Mentoring, va a permitir acortar curvas de aprendizaje, retener “know how”, integrar diferentes puntos de vista, evitar errores, elevar su competitividad, ahorrar costes y mejorar el compromiso y la comunicación.
En definitiva mantener y fomentar una actitud de aprendizaje continuo venga de donde venga nos va a permitir realizarnos personal y profesionalmente, sentir que aportamos valor a los proyectos en los que participamos y proponernos retos sin limitaciones, todo ello en una puesta en común entre seniors, juniors, directivos y empresa, estamos de nuevo ante el concepto de Creación de Valor Compartido (CVC).