La primera etapa “construcción de nuestra idea del proyecto” puede enfrentarse sistemáticamente con la obtención de beneficios.
Primeramente intentamos buscar un proyecto que identifique en forma ordenada problemas que puedan resolverse y oportunidades de negocio que puedan aprovecharse. Las diferentes formas de solucionar un problema o aprovechar una oportunidad constituirán las ideas del proyecto. La idea de un proyecto, más que una ocurrencia afortunada de un inversionista, generalmente representa la realización de un diagnóstico que identifica distintas vías de solución.
ELEMENTOS GENERALES DE LA EVALUACIÓN DE UN PROYECTO
Debemos partir de la idea que todo estudio de inversión es único y distinto de todos los demás, sin embargo, la metodología aplicable a todos ellos es común para todos los proyectos. Los aspectos genéricos que pueden aplicarse a cualquier proyecto de inversión son:
- Necesidad de nuevas instalaciones o mejora de las ya existentes.
- Necesidad de nueva maquinaria o sustitución de la maquinaria existente.
- Etcétera.
De esta forma, las diferentes técnicas empleadas de análisis nos sirven para determinar elementos generales como mercado insatisfecho, costes totales, rendimiento de la inversión, etcétera. Esto se verá posteriormente concretado en cada uno de los proyectos.
La estructura general de la evaluación de proyectos puede ser representada por:
- Identificar una idea de proyecto a través del análisis de que realmente existe una necesidad en el mercado del producto que deseamos fabricar. Investigación de mercado.
- Investigación al detalle de la tecnología que empleará, determinando los costes totales y la rentabilidad económica del proyecto. En esta etapa se podrán descartar proyectos con más elementos de juicio. Se profundiza en un mayor número de aspectos, aunque no debemos olvidar que todavía estamos en una etapa basada en información secundaria.
- Acabaremos nuestro estudio basándonos en información más puntual y cercana. En este apartado de nuestro estudio el cálculo de las variables financieras y económicas debe ser lo suficientemente demostrativo para justificar la valoración de los distintos ítems. Esta etapa constituye el paso final del estudio anterior a nuestra inversión.
Una vez determinadas todas estas fases elaboraremos el “proyecto definitivo”, basado en toda la información de los estudios previos. Cuando llegamos a este último apartado del proyecto deberemos analizar aspectos tan concretos como un estudio de los posibles contratos de venta ya establecidos; así como tener actualizados y preparados los importes de las inversiones… La información utilizada para analizar “el proyecto definitivo” no debe alterar la decisión tomada respecto a la inversión, siempre que los cálculos hechos en el “anteproyecto” sean confiables y hayan sido bien evaluados.
No debemos olvidar que todo nuestro plan de viabilidad se basa en una idea. Cada una de las etapas siguientes es una profundización de la idea inicial, no sólo en lo que se refiere a conocimiento, sino también en lo relacionado con investigación y análisis. La última parte del proceso es, por supuesto, la cristalización de la idea con la instalación física de la planta, la producción del bien o servicio y, por último, la satisfacción de una necesidad humana o social, que fue lo que en un principio dio origen a la idea y al proyecto.
ANÁLISIS DEL MERCADO
Previamente al estudio económico y financiero de la inversión deberemos realizar una determinación y cuantificación de la demanda y la oferta, el análisis de los precios y el estudio de la comercialización. Aunque la cuantificación de la oferta y la demanda pueda obtenerse fácilmente de fuentes de información secundarias en algunos productos, siempre es recomendable la investigación de las fuentes primarias, pues proporciona información directa, actualizada y mucho más confiable que cualquier otro tipo de fuente de datos. Con este primer análisis se pretende verificar la posibilidad real de penetración del producto en un mercado determinado. Si nuestro estudio de viabilidad de la inversión está basado en un primer análisis meticuloso puede en cualquier momento sentir el riesgo que corre por la venta de nuevos productos o la existencia de posibles competidores. Aunque siempre existen factores intangibles importantes, como el riesgo, que no es cuantificable, pero puede “percibirse”; esto no implica que puedan dejarse de realizar estos estudios cuantitativos.
En otro sentido, el estudio de mercado también es útil para prever una política adecuada de precios, estudiar la mejor forma de comercializar el producto y sobre todo averiguar si existe respuesta al primer interrogante que aparece al principio de todo estudio de viabilidad ¿existe un mercado viable para el producto que se pretende elaborar?. Si la respuesta es positiva, el estudio continúa. Si la respuesta es negativa, puede replantearse la posibilidad de un nuevo estudio más preciso y confiable; si el estudio hecho ya tiene esas características, lo recomendable sería detener la investigación.
En concreto, el estudio se podría basar en cuatro aspectos:
- Posibles demandas del mercado ante un nuevo producto.
- Competencia que existe ya en el mercado y sus posibles variantes.
- Distintos aspectos sobre su comercialización.
- Los diferentes proveedores, identificando sus precios actuales y una visión en el futuro.
ESTUDIO TÉCNICO
Otro de los aspectos importantes de la inversión es el análisis de su viabilidad financiera. Con el estudio técnico queremos obtener información para poder cuantificar el total de inversiones y de los costes necesarios.
En nuestra estimación deberemos elegir los procedimientos y tecnologías más modernos; solución que puede ser óptima técnicamente, pero no serlo financieramente.
La elección de la maquinaria o elementos de fabricación más precisos, dependerá fundamentalmente de la disponibilidad económica que tenemos para llevar a cabo nuestro proyecto.
Uno de los resultados de este estudio será definir la función de producción que optimice la utilización de los recursos disponibles en la producción del bien o servicio del proyecto. De aquí podrá obtenerse la información de las necesidades de capital, mano de obra y recursos materiales, tanto para la puesta en marcha como para la posterior operación del proyecto.
En este apartado deberemos estudiar aspectos tan distantes como:
- El tamaño óptimo de la industria.
- Localización óptima de la planta productiva.
- Maquinaria a utilizar en el proyecto.
- Análisis de mano de obra productiva.
- Medios comerciales y administrativos a emplear.
La determinación de un tamaño óptimo es fundamental en esta parte del estudio, aunque debemos aclarar que su determinación es una tarea difícil, al no existir un método preciso para llevar a cabo su cálculo.
Determinar un emplazamiento óptimo de la empresa es importante por aspectos como:
- Costes de transporte de las materias primas.
- Costes de transporte del producto terminado.
- Posibles apoyos fiscales.
- El clima…
ESTUDIO ECONÓMICO
Mediante el estudio económico se pretende ordenar y sistematizar toda la información de etapas anteriores que supongan entrada o desembolso monetario y determinar de forma concreta todos los aspectos que sirven de análisis en la evaluación económica.
El estudio económico deberá comenzar determinando los costes totales del proyecto en todos sus sentidos:
- Inversión inicial; en terrenos, maquinarias, elementos de transporte… Así como sus coeficientes de amortización, que nos determinarán el gasto anual de las inversiones.
- Sueldos estimados para los años del estudio.
- Importe anual producto de la financiación; es decir el estudio de intereses anuales, así como el capital amortizado que pagamos anualmente debido a la financiación de nuestro proyecto.